Cuidar la zona íntima no es una vergüenza Problemas fisiológicos y estéticos que encuentra una mujer después del parto, históricamente hemos considerado algún tema muy personal, casi vergonzoso. De hecho, no hay nada de inconveniente en esto. Inconveniente: experimentar problemas fisiológicos, psicológicos y sexuales. Siéntete avergonzado de tu zona íntima, sufre incontinencia urinaria. Después de dar a luz, la mujer debe pensar en sí misma y no solo en el bebé. Esta es la maternidad armoniosa. La medicina moderna puede restaurar todos los daños posparto enumerados y brindar a la mujer una calidad de vida diferente. ¡Ella existe! Recientemente, ha aparecido mucha información de que el punto G no existe, o que un número muy pequeño de mujeres lo tiene. Me apresuro a tranquilizarte: todo el mundo lo tiene y su estimulación puede dar una calidad de vida sexual completamente diferente. El problema es que en algunos casos esta zona es muy pequeña, por lo que parece que no existe. En nuestra clínica MAK IVF llevamos a cabo el procedimiento de aumento del punto G, un aumento en una pequeña área de la pared vaginal anterior con la ayuda de ácido hialurónico. La operación se realiza con anestesia local y dura de 30 a 40 minutos. Además del punto G, el clítoris también se puede agrandar. Nos alegra que cada vez más mujeres conozcan esta oportunidad, porque también sucede que esta zona es de difícil acceso debido a las características anatómicas de la estructura del cuerpo femenino. Así que todo el mundo tiene un punto, pero no todo el mundo lo sabe. Sin placer También sucede que una mujer no es capaz de disfrutar de la intimidad. Los motivos aquí pueden ser tanto fisiológicos (vagina ancha, estimulación débil de zonas erógenas) como psicológicos (aquí todo es más complicado y requiere trabajar con un psicólogo. Si estamos hablando de un aumento del clítoris y del punto G con la ayuda, entonces el ácido hialurónico contenido en los geles mejora el flujo sanguíneo a los órganos, aumentando también las sensaciones de la mujer.
